El rescate de tradiciones que pone en valor la identidad de Arinaga

Existen referencias históricas de este poblado costero desde 1466, el cuál se ubica entre la Montaña de Arinaga y la Punta del mismo nombre, pues entre ambas ofrecen un abrigo natural ante los constantes y fuertes vientos que caracterizan a este sector de la Isla.

Entre los años 40 a los 60 del siglo XX experimentó un auge urbanístico importante, dado que jugó un papel fundamental en el contexto económico insular debido a su destacada actividad comercial relacionada con la producción de cal y sal, el muelle y la pesca.

Las Salinas

Su origen se remonta a 1804. El auge de su producción tuvo lugar entre 1900 y 1960, cuando la sal era muy demandada como conservante, especialmente para las capturas de la pesca. Ocupan 7.160 m2 y cuenta con 429 tajos, denominación con la que se conoce a las pocetas en las que se procesa el agua del mar para obtener la sal. Además, allí se encuentra la vivienda del salinero y un almacén en primera línea de playa.

El proceso de producción comienza con el trasvase del agua del mar, a través de un canal, hacia el cocedero. Así es como se conoce al depósito en el que se almacena el agua marina. Del cocedero se transportaba el agua con el bombero, un balde atado con palos, para llenar los tajos a mano. Una vez que estos se colmaban de agua, la evaporación producida por la acción del sol y los cuidados del salinero daban como resultado la cristalización y la obtención de sal. Dado que la insolación y la ausencia de lluvia son claves en la producción de sal, los meses de mayor producción corresponden al verano: junio, julio y agosto.

Debido a su singularidad y a su excelente estado de conservación, estas salinas fueron declaradas Bien de Interés Cultural de nuestro patrimonio etnográfico por el Gobierno de Canarias.

Puerto y Pesca

Construido entre 1917 y 1926 con piedra de cantería, su actividad fue constante desde 1930 hasta 1980, sobre todo para el transporte de sal, cal, piedras de cantería, descarga de pescado y marisco, varas de brezo para los tomateros, e incluso para el desplazamiento de personal que iban y venía a la zafra del tomate. Hasta no hace mucho, 1996, aún descargaban bonitos algunos barcos procedentes de Arguineguín y Mogán.

Esta obra de 70 metros de largo y 11 de ancho está realizada sobre un pequeño saliente rocoso situado en el borde Este de la Bahía de Arinaga. Actualmente el muelle no posee actividad comercial, tan sólo funciona como mirador, paseo y zona de esparcimiento para bañistas y pescadores deportivos.

Hornos de Cal

En Agüimes se ha extraído cal durante siglos dado que sus suelos son ricos en piedra caliza. Aquí la producción de cal adquirió enorme importancia, especialmente entre 1930 y 1970, puesto que la cal era imprescindible para el sector de la construcción. Llegaron a existir 20 hornos de cal que mantenían a más de 200 familias. En la actualidad se conservan 4 en perfectas condiciones. Se encuentran ubicados en edificios adosados de ladrillo refractario y piedra de molino que alcanzan unos 15 metros de altura.

La actividad de los hornos de cal era un trabajo continuo, ya que estos nunca se apagaban. Aunque algunos de los hornos contaban con una tolva por descargar la cal sobre los camiones, otros debían ser descargados a mano mediante baldes, lo que provocaba quemaduras en hombros y espalda de los trabajadores. A partir de los años 60, cuando más familias dependían de esta actividad, aparecieron nuevos materiales en la construcción, como el cemento, lo que provocó la progresiva decadencia del sector de la cal.

El Faro

Fueron los requerimientos de la navegación los que reclamaron su construcción, ya que la franja costera entre Maspalomas y La Isleta era muy frecuentada y quedaba sin iluminar. Edificado sobre la Punta de Arinaga a finales del siglo XIX, su obra impulsó la del muelle viejo, en 1893, para poder traer por vía marítima los materiales, los víveres y los demás recursos para el faro, ya que el transporte terrestre era extremadamente complicado.

La edificación general consiste en tres crujías con cuatro habitáculos distribuidos para almacén, cuarto de limpieza, cocina y dos dormitorios, en los que se alojaban el torrero y el ingeniero. Además, posee un aljibe y un almacén de emergencia a unos 40 metros del edificio principal.
la restauración a la que fue sometido en 2008 y a la intervención de la Autoridad Portuaria de Las Palmas se ha conseguido mantener toda la infraestructura en perfectas condiciones.

Canteras, áridos y tomateros

Durante más de 30 años la cantería de piedra se mantuvo activa en el entorno y faldas de la Montaña de Arinaga bajo la capacitación de los maestros canteros de Agüimes. De ella se extrajo la toba volcánica con la que edificaron la iglesia de Agüimes y de Arinaga, además de nutrir la construcción de viviendas y fincas. Por otra parte, se extrajeron ingentes cantidades de arena y tierra de las playas y de las bases de las montañas para satisfacer la demanda del sector de la construcción hasta 1969, fecha en la que esta actividad fue prohibida por el Ayuntamiento de Agüimes.

El cultivo del tomate ha sido el único relevante en Arinaga, llegando a ocupar toda la superficie existente entre la actual autopista y el casco urbano costero. Hoy, apenas quedan parcelas que mantienen su producción tras el declive de este cultivo en la zona en 1970.

Nuestros Sabios Guías Intérpretes

D. Juan Santana Trujillo y D. Rafael Estévez García.