Lanzarote es la isla en la que la naturaleza y el arte van de la mano, un lugar en el que sus gentes sienten y viven el compromiso y orgullo de pertenecer a ella.

La isla de Lanzarote es una de las islas del archipiélago canario, concretamente es la mas septentrional de las islas, es de resaltar que la distancia entre la isla y el Cabo Juby, en la próxima costa africana, es de unos 140 Km lo que implica que Lanzarote se encuentra más cerca de África que de La Palma, de la que le separan alrededor de 500 Km de distancia. Sus alturas son modestas, pues su punto culminante sólo alcanza los 670 m en las Peñas del Chache. Debido a la acción combinada de su escasa altitud y su posición marginal en la trayectoria que realizan las borrascas atlánticas, encargadas del suministro de agua de lluvia a las Islas Canarias, es la que condiciona sus características climáticas, donde lo habitual son sus escasas lluvias y un clima desértico con una temperatura media anual de unos 21ºC. A pesar de no superar los 800 Km2 tiene una gran diversidad de paisajes.

Fuente: www.geoparquelanzarote.org

Al igual que el resto de las Islas Canarias es de origen volcánico, aunque hay que resaltar que esta isla es la más anciana junto a Fuerteventura, pero ha experimentado dos episodios de volcanismo histórico importantes, en primer lugar, Timanfaya entre 1730 y 1736, y Tao-Tinguatón Montaña del Clérigo Duarte en 1824, las cuales han modificado el devenir histórico y paisajístico de la Isla. Por lo tanto, nos encontramos con paisajes donde destacan parajes insólitos formados por grutas volcánicas, lagos de lava y cráteres, pero también nos encontraremos con paisajes de playas doradas y aguas transparentes, o paisajes agrícolas donde los originales sistemas de cultivo de los campesinos lanzaroteños han sabido vencer las dificultades que les presenta el terreno debido a que la actividad volcánica histórica tapizó los suelos agrícolas con materiales volcánicos (cenizas y arenas volcánicas). Algunos ejemplos de paisajes significativos son los siguientes:

  • Paisaje volcánico de Timanfaya. Entre los municipios de Yaiza y Tinajo se encuentra el Parque Nacional de Timanfaya declaro en 1974. Este espacio se caracteriza por la singularidad del paisaje volcánico y el extenso campo de volcanes, donde se aprecia conjuntos de volcanes nuevos intercalados con viejos conos que quedaron aislados por el mar de lavas. Es un auténtico muestrario de edificios y productos volcánicos de muy diverso tipo. Donde destaca la ausencia de un manto de vegetación, por lo que este espacio nos sirve como laboratorio para conocer los procesos de colonización sobre territorios volcánicos jóvenes. La rugosidad de las formas y la variedad de colores presentes, junto a la silueta de los volcanes y la abrupta costa, confieren al parque una extraordinaria belleza.

Fuente: www.holaislascanarias.com 

  • Paisajes agrícolas de la Geria. Muy cerca del Parque Nacional de Timanfaya nos encontramos con el Parque Natural de La Geria, donde el territorio se encuentra con un manto de picón, conocido en Lanzarote como “rofe” es parte de la superficie sepultada por las erupciones de Timanfaya, donde antiguamente eran un conjunto de valles que fueron cubiertos por los piroclastos basálticos o lapillis de las erupciones históricas acaecidas entre 1730 y 1736 en Lanzarote. Con posterioridad a dicho fenómeno volcánico, el agricultor conejero, en su afán de encontrar el suelo sepultado por El Volcán, comenzó a abrir hoyos, en la capa de cenizas con el objetivo de llegar hasta el suelo infrayacente. Teniendo como resultado un paisaje agrario de secano muy extensivo caracterizado por la construcción de miles de agujeros en forma de conos invertidos, de hasta dos metros y medios de profundidad, y protegiéndolos del viento con un pequeño muro de piedra. Donde se plantaron, sobre todo, viñas, higueras y, en menor medida, otros tipos de frutales.

Fuente: www.geoparquelanzarote.org

  • Paisajes agrícolas de las Arenas Marinas: Al Norte de Timanfaya. En un vano eruptivo (vacío de volcanes) localizado al sur del macizo antiguo de Famara-Guatifay, se encuentra un pasillo, por el que circulan las arenas que las corrientes marinas desplazan por El Río hasta la playa de Famara. Los alisios trasladan lámina de arena tierra adentro. En Lanzarote, la palabra jable se aplica a las arenas organógenas que, después de ser depositadas en la playa norteña de Famara, son arrastradas por los vientos alisios hacia el interior de la Isla. El jable conejero, históricamente denominado «el monte» al referirse a los aulagares que lo cubrían, comenzó a ser utilizado para la práctica de la agricultura ya entrado el siglo XIX cuando se descubre su carácter conservador y condensador de la humedad ambiental. Los cultivos en esta zona eran principalmente de batatas, pero también se cultivaban tomates, melones, sandías y otras hortalizas, generalmente propios de áreas tropicales húmedas y de regadío, aunque son posibles en secano en los áridos jables de Lanzarote, dando lugar a otro de los paisajes agrarios más singulares del Archipiélago.

Tras lo citado anteriormente podemos comprobar que la isla de Lanzarote cuenta con unos paisajes naturales y culturales tan singulares que han ayudado a que la isla de Lanzarote haya sido declarado por la UNESCO en 1993 Reserva Mundial de la Biosfera. Además en 2015 la isla obtuvo dos distintivos, por un lado la figura de Geoparque Lanzarote y Archipiélago Chinijo por unanimidad del Comité de Coordinación de la Red Europea de Geoparques, y por otro lado fue considerado como el primer destino a nivel mundial certificado por Biosphere Responsible Tourism, un certificado que valora la sostenibilidad turística. Estos reconocimientos sostenibles han sido gracias a la larga y extensa labor de los isleños por mantener unos de sus rasgos más definidos e identificativos: el continuo interés por el respeto y la conservación de su territorio y su cultura, un legado del que podrán disfrutar las generaciones futuras.

Fuente: www.geoparquelanzarote.org