Teror

Un rancho de costumbres que emana tradiciones”

Esta ruta trascurre entre los municipios de San Mateo hasta Teror, ubicados en el noreste de la isla de Gran Canaria. Durante años este camino se utilizaba para conectar los tres núcleos rurales de este entorno, es decir, Ariñez, San Isidro y Arbejales.
Como todo camino también tenía un uso diario para ir de un lugar a otro y así realizar los que haceres. Aunque de manera especial hay que destacar su vinculación con el Rancho de Ánimas, quienes lo utilizaban para ir a San Isidro a pedir limosna para las ánimas.

Sabios Guías Intérpretes

Benita Hernández Deniz

Jesus Tomas Alamo Vera (Suso Ríos)

Juan de Dios Ramos Quintana

Marusa Déniz Quintana

Rosa Ramos Quintana

Elementos Patrimoniales

El Chorro de San Isidro

La localidad de Teror es muy reconocida por la calidad y la cantidad de agua, una abundancia de fuentes y manantiales que se ha ido reduciendo por la sobreexplotación de las aguas subterráneas, pero que mantiene su estatus en cuanto a este recurso se refiere sumado al descenso de las lluvias. Ya desde los tiempos donde el historiador de Viera y Clavijo recorrió las islas, la abundancia de agua era notable.

Una de las fuentes más conocidas es la fuente agria, el manantial principal que se destina al embotellamiento de la marca local del municipio de aguas de Teror, siendo una de las principales distribuidoras del archipiélago y reconocido por su mineralización y calidad.

De igual forma, en el mismo núcleo de San Isidro, junto al camino real de San Bartolomé a Teror y en la orilla de la carretera general, se encuentra uno de los muchos nacientes que tuvo esta zona. A principios del siglo XX se acondicionó los exteriores de la Fuente con un banco y un frontis de cerámica, por iniciativa de los propios vecinos.

Esta fuente es conocida de forma popular como el “Chorro de San Isidro”, y es donde hasta en la actualidad siguen viniendo muchos vecinos del municipio a recoger el agua para el autoconsumo.


Rancho de ánimas

Los ranchos de ánimas son parte una tradición que se inició tras la Conquista por medio de varias órdenes religiosas a finales del S. XVI y mediados del S. XVII, y se cree que esta ancestral tradición tiene sus raíces en el culto a los muertos de ritos paganos practicados en culturas mediterráneas de la antigüedad, y muy semejante al de los aborígenes canarios que se cree que también podían practicar. Actualmente se encuentran 12 ranchos en Canarias, 3 de ellas en Gran Canaria: el de la Aldea de San Nicolás, el de Valsequillo y el de los Arbejales, también conocido como “Los Cantadores”.
Se trata de una tradición musical y espiritual donde los diferentes grupos tocan y cantan recaudando dinero para las misas y para rememorar a los difuntos. Son muchas las personas que se iniciaban por la necesidad de crear vínculos sociales y sentirse más cerca de los demás, un punto de contacto social entre vecinos e interesados, donde participar y encontrar un nivel espiritual más alto. Una manifestación propia nuestra que poco a poco se ha ido quedando en los más mayores donde se procura purificar el alma de las ánimas, y ese rancho se encarga de recorrer el barrio para recaudar limosnas y celebrar las misas de esas ánimas, motivo por el cual hace siglos, la iglesia le dio valor y reconoció esta actividad, ya que iba en contra de los principios de la iglesia a pesar de lo que aportaba a la parroquia.
Esta celebración se lleva a cabo desde la primera semana de diciembre hasta febrero, coincidiendo con navidad, a partir del día de los difuntos, hasta la celebración de la pascua. Y una vez finalizada ese recorrido, se celebra una cena de gran importancia para el rancho. Mientras se cena con sancocho, queso y gofio, se continua el rito con la copla de la cena, allá donde se pueda como si es un local, o un garaje, y se realiza una representación cantada del episodio bíblico de la última cena, del lavado de pies, de la traición de Judas; siendo así que los cantos son prácticamente rezos, no solo en honor de los espíritus de las pérdidas de las personas del pueblo, sino también celebrando el amor y los recuerdos de los mismos, y dan significado a la muerte y el purgatorio de las almas. Cada uno tiene su papel, está el solista, quienes le acompañan en el canto, los que tocan y las jóvenes mujeres que mientras doblan el mantel, y se fomenta las conversaciones sobre sus vidas, sobre todo de los más jóvenes.
Los cánticos se acompañan de panderos, un tamborcillo, guitarras y timples, bajo un ritmo monótono, donde el solista lleva la iniciativa y el resto del grupo le responde, de tal modo que la sensación es una vibración interna que se hace notar en el ambiente
Desde el rancho de los Arbejales, se recorría tanto los barrios de Teror como los de Valleseco, Santa Brígida y San Mateo, por lo que existe mucha afluencia entre ellos. Recorriendo todos sus montes y haciendo partícipe de la vida social a todos aquellos que deseen involucrarse. Hoy en día no son más de unas 25 personas, siendo poco más de la mitad mujeres, y con un rango de edad que oscila entre los 40 y 80 años, notándose la falta de actividad por los más jóvenes.

Iglesia Sagrado Corazón de Jesús

Está iglesia tiene sus orígenes en siglo XX, la idea fue propuesta por el párroco impulsada por el párroco Juan González Hernández que vería su sueño cumplido en junio de 1918, tras la colocación de la primera piedra en 1913, y ayudado por la vecindad, especialmente por el gran devoto del Sagrado Corazón de Jesús, Juan Quintana Quintana. Las vidrieras fueron hechas en Portugal y costeadas por los vecinos de la zona lo que nos indica una gran implicación de los vecinos por la construcción de esta iglesia las tres vidrieras son en honor a la Virgen de Fátima, San Isidro y el Sagrado Corazón. 

Las fiestas son el 28 de junio y en el 2019 se celebró su centenario por todo lo alto.

Mirada al Pasado

Casa de la ermita de San Isidro

Feria de ganado, años 80

Fiestas de San Isidro

Niñas con mantilla canaria

Paisaje de Teror

Procesión de San Jose en la Iglesia del Sagrado Corazon de Jesús

Rancho de Ánimas

Sabiduría Popular

Ranchero Mayor: es el responsable de realizar las convocatorias para los ensayos y salidas. Lleva además las cuentas con los gastos y la distribución del dinero recaudado entre las parroquias. Asimismo, reparte los instrumentos y da la orden de iniciar el canto.

Alforja: donde se guardaban las cosas

El Cabecera: esta función la suelen desempeñar personas con buena voz y cierta antigüedad en el rancho. Es el que inicia el canto y suele estar situado unos pasos por delante del grupo (hacia el centro del círculo). Sus coplas son contestadas por el resto del coro. Las letras pueden ser improvisadas o pertenecer a coplas que se han mantenido a lo largo del tiempo.

El Mochiler: es el encargado de llevar la alforja. Esta está confeccionada con lana de oveja y en ella se guarda el paño, los instrumentos de menor tamaño y alguna bebida.

Copla: Tipo de canción que se toca y canta en el rancho de ánimas que tiene un ritmo pausado.

Desecha: Tipo de canción que se toca en el rancho de ánimas que tiene un ritmo más animado.

A partir tierra: Expresión usada cuando alguien se iba de la isla

Los Monteros: topónimo que corresponde con Lomo Entero

Novena: antiguamente cuando fallecía una persona los vecinos acudían durante 9 días a la casa de su familia para rezar por el difunto.

La Ciudad de los Perros: forma popular en la que se conocía al barrio de Las Lagunetas.

Cho: forma de decir Don a alguien mayor, por ejemplo, Cho Bastián significa Don Sebastián.

Guitarrero: persona que toca la guitarra en el Rancho de Ánimas

Risco Tunes: topónimo del risco que se encuentra sobre San Isidro, su nombre va a colación de que hay muchas tuneras.

Colgadizo: manera popular de llamar a los balcones de las casas

Corsa: herramienta que se le pone a las yuntas  para cargar mercancía