El Hierro
Caminando por la memoria de los bancales herreños de las laderas del Valle de El Golfo
En las paredes escarpadas de El Golfo, testimonios de un gran deslizamiento, los herreños tuvieron que agudizar su ingenio y redoblar su esfuerzo para su aprovechamiento agrícola y ganadero. Ayudados de palos de unos 2m, ya que barras ni había, fueron despejando el terreno de la flora natural y realizando los bancales o “canteros” donde implantaron, a principios del S.XVII la Vid, un cultivo de secano que se adaptó al entorno enseguida y ayudó a la mejora socioeconómica de muchas familias del valle.
Hoy la maleza cubre antiguas bodegas y lagares, construidas para aliviar el trabajo de la vendimia y no tener que acarrear la cosecha ladera abajo hasta los asentamientos habituales.
En la parte baja del Valle de El Golfo se encuentra la principal explotación agrícola de la isla de El Hierro, la zona de El Matorral, donde los bancales de plátano y piña nos ocultan el suelo poco fértil que antaño predominaba en la zona, ya que las fincas existentes están gracias al trabajo duro de desmonte del “Malpaís” y a la tierra fértil que se trasladó desde la cumbre hasta la costa.
Los mayores de la zona nos acompañan en este viaje en el tiempo por los bancales herreños, mostrándonos su pulso vital con su este agreste, imponente y bello territorio